
Después de tomar una cervecita con Rai y Rubén, y camino del coche, me topo con este hombre enmedio de las Ramblas. Encerrado en una caja de metacrilato, estaba dedicándose a quedarse completamente atrapado por globos que él mismo iba inflando. Los curiosos nos agolpábamos para poder verle la cara, pero cada vez se le veía menos... La suerte de un loco es dar con otro...
No hay comentarios:
Publicar un comentario